Escuelas secundarias a las que asisten estudiantes de sectores populares compartieron un día en la universidad. Durante toda una jornada, cerca de 150 estudiantes de siete escuelas de San Luis realizaron diferentes actividades que los acercan con algunas dinámicas que hacen a la cotidianeidad universitaria. Al mismo tiempo, se propició un encuentro con ingresantes de diferentes carreras de la FCH con el fin de compartir experiencias y expectativas que habiliten a pensar los estudios universitarios como un futuro posible.
El propósito central de todas estas actividades es y fue promover el derecho a los estudios universitarios en jóvenes.
Esta jornada constituye el cierre parcial de las actividades realizadas en el primer semestre por el proyecto de extensión “Construyendo Horizontes Universitarios”, de la Facultad de Ciencias Humanas, dirigido Gabriel Rosales y Mirian Goyeneche. Cuenta Rosales: “La jornada significó para nosotres el cierre del trabajo del primer semestre. Durante esta primera parte del año realizamos diversas actividades en las escuelas (encuestas, entrevistas, grupos de discusión, entre otras) que nos permitieron conocer cómo les estudiantes de sectores populares imaginan el proceso de transición de la escolaridad secundaria a los estudios superiores y/o el mundo del trabajo. En este sentido nos llamó particularmente la atención las preocupaciones que manifestaron no sólo por cuestiones pedagógicas, sino por las dificultades e incertidumbres socio-económicas y cómo estas conspiran para la planificación de sus proyectos futuros”.
Los desafíos
Desde febrero, el proyecto trabaja en articulación con seis escuelas de nuestra ciudad: Esc. N°6 “Santa María Eufrasia”; EPA N° 3 “Madre Teresa de Calcuta”; EPA N°11 “Carlos Juan Rodríguez”; CE N°3 “Eva Perón”, Esc. N° Tulio Zavala” y la Esc. Técnica N°9 “Domingo Faustino Sarmiento”.
Durante la segunda parte del año, tomando como base algunas problemáticas emergentes, se busca diseñar algunos dispositivos pedagógicos para abordarlas e intentar propiciar, en las y los estudiantes, una actitud reflexiva que les permita tener una visión más clara y reflexiva de las dificultades que enfrentan y con qué potencialidades y recursos (individuales, colectivos, institucionales) cuentan para afrontarlas.
“También, al interior del proyecto, el camino transitado contribuyó a conformar un grupo de trabajo con las y los estudiantes tutores que participan de la iniciativa. Algo muy importante por las implicancias formativas que la experiencia tiene para ellos en tanto futuros profesionales comprometidos con las necesidades de su comunidad. Por otra parte, desde el punto de vista de la FCH, consideramos que este trabajo de articulación también contribuye a que muchos chicos y chicas de sectores populares comiencen a imaginar a nuestra institución como un destino posible en sus elecciones futuras. Lo cual nos pone también a nosotros, como institución, ante el enorme desafío político y pedagógico de la “hospitalidad” con estudiantes que, en su mayor parte, no se corresponden con el estereotipo del “alumno ideal” que esperamos”, concluye Gabriel Rosales.
